Por primera vez el Colegio Cumbres de Labranza, en Temuco, logró que 60 estudiantes aprendan un idioma poco convencional: chino mandarín.

El taller se realizó por un período de cinco meses, de abril a agosto de este 2019, liderado por académicos del Instituto Confucio que pertenece a la Universidad Santo Tomás, entidad con la cual establece un convenio.

“Realmente es fascinante cuando entran en la cultura y el idioma chino, hasta ahora los chicos han estado bien motivados y alegres de seguir aprendiendo”, aplaudió Ingrid Cisternas, quien coordina con los alumnos las clases que se están impartiendo.

Para marcar el avance de este curso donde aprendieron sobre la traducción latina de cada caracter chino, los 60 niños recibieron un primer diploma de participación para pasar a una segunda fase del taller que corresponde a la certificación HSK1. “Luego se viene un proyecto más ambicioso: implementarlo con otros niveles, otros cursos”, adelantó Patricia Guerrero Caro, directora del Colegio Cumbres de Labranza, a lo que agregó que de ahora en adelante “veremos las debilidades
y fortalezas del taller este año, para luego seguir con (Instituto) Confucio y proyectar un programa propio de chino mandarín el 2021”.

Los pequeños de séptimo año básico lograron emplear exitosamente el idioma oriental con el programa, fruto del convenio con el Instituto Confucio de la Universidad Santo Tomás.

Pero no fue sólo una novedad para el colegio labrancino, ya que es también la primera vez que el Instituto Confucio tiene un alcance de esta magnitud, como lo expresó la rectora de la Universidad Santo Tomás sede Temuco, Rosemarie Junge Raby. “El mundo está globalizado y creemos que es importantísimo conocer otros idiomas. Se dice que el chino será igual o más importante que el inglés en un futuro próximo, cuando estos estudiantes estén afuera en el mundo laboral”, señaló la autoridad académica.